8 de noviembre de 2010

Carrusel

A mí lo que me gusta es subirme al carrusel y dar vueltas y vueltas y vueltas y flipar, tener mariposas en el estómago, sexo del bueno (solomillo), discusiones y reconciliaciones, aprender, nuevas aventuras, nuevas experiencias, compartir, viajar, pensar en dos…
Pero siempre llega un día en el que sales disparada del carrusel, te ostias contra el granito, te caes al suelo, escuece, duele, te levantas mareada, coja y tambaleándote, y tardas cierto tiempo en recuperarte.
Para aquellos que nos encanta el carrusel… la clave está en optimizar ese tiempo de recuperación. Pero… ¿cómo?